Abrazas la almohada, porque las noches frías son las más difíciles. Las noches de domingo, el último primer día de la semana, en el que acaba la vorágine y se aparece en la mente todo lo que hiciste, lo que no pensaste y lo que sobre analizaste.
Las noches de frío son las más difíciles y abrazas la almohada como si pudiera contestarte que va a estar todo bien, que las lágrimas que hoy lloras van a tener sentido en un futuro. Que los desamores se superan y que quizás no sea quien vos imaginas ahora, pero alguien ocupará el lugar encima de esa almohada.
Y va a decirte que está todo bien, y las noches de frío ya no van a doler tanto.
martes, 27 de septiembre de 2016
Un lugar
Publicado por Fleur en 19:41