Bajó a dos cuadras de su casa buscando horas perdidas. Siguió mentalmente el camino que recorre cada martes y jueves para ir al curso acelerado de inglés. Recordó la hora exacta en la que él cruza la avenida Monteverde y meditó si debía o no pasar por allí a las 17.52 PM con la excusa de un paseo por el centro cívico.
- Hola y chau, estoy apurado, pero después hablamos y arreglamos para vernos, no se, algo.
Fueron sólo cinco segundos pero sirvieron para revivir lo que sentía años atrás, cuando su mundo se encontraba en perfecto orden y armonía.
Fueron sólo cinco segundos. Cinco segundos de felicidad netamente mental.
viernes, 12 de junio de 2009
Publicado por Fleur en 16:36
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Me siento tan identificada con lo que escribiste...
ResponderEliminardos minutos aunque sea para mirarlo a la cara, y ver que es lo que me dicen sus ojos, te entiendo tanto que me da miedo.
ResponderEliminaro tenerme a mi misma esos 5 min cruzando la calle para preguntarme que hice con mi vida
Me encantó. Hice un texto algo parecido hace mucho, me encanta este tipo de textos.
ResponderEliminarUn beso y suerte con la consecuencia del encuentro.