viernes, 27 de marzo de 2009

Mientras escuchaba la terrible noticia no pudo dejar de temblar, y de un momento a otro cayó al suelo la taza de café que estaba bebiendo. La porcelana china heredada de su bisabuela se había vuelto añicos inevitablemente.

La infinita linea de tiempo trazada en su mente intentaba dilucidar los hechos acontecidos y enhebrar coherentemente las vagas excusas y mentiras, que ahora descubría, recibidas un tiempo atrás.

De repente todo encajó, y la última pieza del rompecabezas mostró el fatídico paisaje.

Ya no te amo fue lo único que dijo, pero fue más que suficiente.

1 comentario:

  1. La verdad en general está formada por muy pocas palabras y una contundencia inexorable. Muy lindo texto. Saludos.-

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