Te digo, me decis, y asi vamos, poco a poco, respetando nuestros turnos hasta que a uno de los dos se le ocurre apresurarse y levanta la voz antes de que el otro finalice ( vos o yo, da igual, no hago cálculos pero resuelvo que estamos empatados ). Y comienza la guerra, de palabras, de reproches, de recuerdos mal vividos, de locura, de tristeza. De vos diciéndome "nunca te quise" y yo, llorando ¿ qué otra cosa puedo hacer ?
Hasta que me canso de llorar y, entre dulces palabras y mentiras me pedís que me tranquilice.
Y retomando, todo lo solucionas de la misma manera, y mi idiotez característica hace que corra hacia tus brazos. Ya no existe el cansancio, el dolor, sino más bien es reemplazado por la costumbre, tan pegajosa y achatante como ella sola sabe ser.
sábado, 5 de julio de 2008
Publicado por Fleur en 11:22
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costumbre,tradicion, rutina, y ya da igual no?
ResponderEliminarun beso hermoso siempre todo lo que escribis