Con el pelo al viento.

Y vivimos transformaciones contínuas en nuestro proceso comunicacional, no porque nuestras ideas se transformen en palabras, las palabras sean escuchadas y a veces entendidas. Sino porque en este estado globalizado que vamos adquiriendo nos comunicamos más alla de las palabras o las miradas, y en su lugar aparece una pantalla. ¿ modernidad o simple frialdad ? no sabría decir bien con exactitud que es lo que nos pasa. Dejamos de lado añejas costumbres de vernos la cara y escucharnos la voz, por leer nuestras muecas y escuchar avisos de contestación.
Y poco a poco nos vamos transformando, y ya no nos conforman células perfectamente organizadas, sino milimétricos pixeles, uno al lado del otro, somos lo que queremos, nos moldeamos, renacemos una y otra vez, convirtiéndonos de a momentos en simples hologramas.