martes, 27 de septiembre de 2016

Un lugar

Abrazas la almohada, porque las noches frías son las más difíciles. Las noches de domingo, el último primer día de la semana, en el que acaba la vorágine y se aparece en la mente todo lo que hiciste, lo que no pensaste y lo que sobre analizaste.
Las noches de frío son las más difíciles y abrazas la almohada como si pudiera contestarte que va a estar todo bien, que las lágrimas que hoy lloras van a tener sentido en un futuro. Que los desamores se superan y que quizás no sea quien vos imaginas ahora, pero alguien ocupará el lugar encima de esa almohada.
Y va a decirte que está todo bien, y las noches de frío ya no van a doler tanto.