Nunca se bien como empezar, será que nunca nada empezó de la forma en la que quería, o quizás porque nunca empezó nada en mi vida.
Probablemente se deba a que siempre me quedó grande la corona de princesa, y los "érase una vez... " no encajaban para nada bien en los cuentos que empiezan mal y nunca acaban.
Alguien me dijo una vez que los finales abruptos son menos dolorosos a los que se posponen indefinidamente. Tiene razón. Esos puntos finales que terminan siendo suspensivos no hacen otra cosa que alargar la desdicha, hacen llorar el doble de veces, y multiplicar el sentimiento de frustración.
Quizás no se como empezar porque en definitiva no me gusta empezar, porque los comienzos implican finales, y siempre resultan dolorosos. Abruptos, lentos, con lágrimas, sin besos, miles de posibilidades.
Lamentablemente nunca hay un "vivieron felices para siempre", porque, la eternidad, en definitiva, termina durando segundos...
domingo, 23 de septiembre de 2007
Cuentos de hadas
Publicado por Fleur en 14:48
Etiquetas: Esas cosas locas que pienso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario